Luanco es un pueblo pintoresco y animado, con un casco histórico salpicado de casas de colores y balcones acristalados. Su calle principal desemboca en la parroquia de Santa María, una bella iglesia de piedra gris sobre el mar, del S.XVII.
En torno al puerto, punto neurálgico de la villa, abundan las sidrerías en las que degustar todo tipo de delicias gastronómicas (almejas a la marinera, bígaros, fritos de pichín…) regadas por la mejor sidra.
Para acabar, un “secreto”: aunque Luanco tiene dos hermosas playas, a la izquierda de Cabo de Peñas, en plena naturaleza, se localiza una de las más bonitas de Asturias: la playa de Verdicio, rodeada de onduladas colinas tapizadas de verde.